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19 Abril 2022

LAS SALAS DE CINE ESTÁN SIENDO ASESINADAS POR LOS SERVICIOS DE STREAMING... ¿REALIDAD O MITO?


Respuesta corta: Mito.
Si bien es cierto que las salas de cine se enfrentan a la creciente competencia de los servicios de streaming, la era de las salas de cine está lejos de haber terminado.
Claro, tenemos algunos de los mayores estudios cinematográficos como Disney y Warner Bros lanzando sus propios servicios de streaming como lo es Disney + y permitiendo a los suscriptores alquilar o ver su película recién estrenada - eliminando la necesidad de visitar el cine - la demanda de la experiencia de la sala de cine no va a desaparecer - no pronto.
El año 2020 fue un año nefasto para las salas de cine de todo el mundo, ya que se enfrentaron a un cierre global y a una paralización de la industria, lo que aceleró lo que ya era un aumento exponencial del número de consumidores que adoptaban los servicios de streaming. Este mismo acontecimiento dio lugar a lo que muchos pregonaron como la "nueva normalidad" de ver películas, desde los asientos acolchados de las salas de cine hasta el sofá de tu casa.
Sin embargo, cuando finalmente se permitió la reapertura de las salas de cine este año, los consumidores no perdieron tiempo en conseguir sus entradas de cine y acudir en masa a las salas. La taquilla del Reino Unido recaudó más de 10 millones de libras esterlinas durante la semana en que se permitió la reapertura, y la de Norteamérica, 97 millones de dólares durante el fin de semana de cuatro días.
Estas cifras demostraron una cosa: los consumidores anhelan las salas de cine después de la pandemia y la experiencia que conlleva. Sin embargo, algunos argumentan que muchos consumidores se han acostumbrado más a ver películas en streaming desde la comodidad de sus hogares, como resultado de los meses de cierre y la flexibilidad de la visualización a la carta, lo que podría contribuir a la desaparición de las salas de cine.
Pero hay que entender que la mayoría de las veces, los consumidores más ávidos de streaming y de entretenimiento en casa son los más ávidos asistentes al cine. La post- pandemia también podría ser una "época dorada" para las salas de cine, gracias a la demanda acumulada y a la gran cantidad de películas que esperan ser estrenadas.
Además, las salas de cine se han enfrentado a grandes disruptores y a la competencia incluso antes de que se popularizarán los servicios de streaming. Desde la televisión hasta los smartphones, pasando por la televisión por cable, los DVD y iTunes, las salas de cine han luchado o coexistido con estas nuevas ofertas de medios mientras la taquilla mundial crecía a lo largo de los años hasta alcanzar un nuevo récord de 42.500 millones de dólares en 2019.
Si lo pensamos bien, la experiencia difiere en gran medida si comparamos el visionado de una película en el cine con el streaming de Tv en casa. Las salas de cine proporcionan una experiencia inmersiva y compartida que a menudo se ve amplificada por la multitud. Esto es algo que el streaming de películas en casa nunca podría replicar.
Un estudio realizado en Corea por Harvard Business Review, en el que se midieron los ingresos de las salas de cine entre 2015 y 2018 -periodo en el que los estudios de Hollywood acortaron las ventanas de exhibición exclusiva de sus estrenos de tres meses a uno-, también demostró que la mayoría de los espectadores seguían siendo fieles a las salas de cine aunque tuvieran la opción de ver la película en casa mientras aún se proyectaba en las salas.
Esto significa que la experiencia que ofrecen las salas de cine sigue siendo muy demandada y que los servicios de streaming no están acabando con la industria del cine, al igual que las ventas de libros de tapa dura apenas se vieron afectadas por el Kindle de Amazon.
Desde otro punto de vista, los servicios de streaming podrían ser más un complemento de las salas de cine que un sustituto. Como consumidores, siempre es bueno que se nos dé la posibilidad de elegir. Abonarse a los servicios de streaming no significa necesariamente que uno no pueda seguir acudiendo a las salas de cine. Por el contrario, significa que ahora tenemos el lujo de elegir lo que preferimos, para diferentes ocasiones, en diferentes estados de ánimo.
 
 
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